
Recuerdo desde crío estar muy cerca de los cómics de Marvel y sus adaptaciones a la pequeña y gran pantalla. Crecí con las series de animación y fui comprendiendo la grandeza de aquel universo que crearon grandes autores como Stan Lee, Steve Ditko, Jack Kirby, Roy Thomas, John Romita, Jim Starlin… y tantos y tantos autores que hicieron que creyésemos en los superhéroes.
Por su parte, el cine es un espectáculo, además de un arte que sirve como forma de expresión y de una industria. Lo que ha hecho Marvel creando su universo cinematográfico siguiendo el ejemplo de su universo cómiquero es digno de formar parte de las enciclopedias sobre el séptimo arte. Y, además, son películas que, aparte de ser entretenidas, pueden inspirarnos y darnos algo de esperanza en una época que resulta tétrica.
Para mí, los superhéroes son metáforas de los semidioses de los mitos clásicos. Personajes como Aquiles, Perseo o Eneas han evolucionado para convertirse en Iron Man, Spider-Man o el Capitán América. Son parte de nuestra mitología moderna. Y necesitamos mitos para seguir obteniendo respuestas cuando todo va mal.

Un pódcast y un Universo Marvel
Hay mejores y peores películas, hay algunas que nos siguen emocionando y otras que son una tomadura de pelo, pero todas ellas, nos hacen pensar en la magia de los cómics y en su importancia a la hora de contar historias.
Ayer, Viajeros de la Noche (que somos como un grupo de superhéroes, pero sin uniformes), es decir, J. J. (el Señor Púrpura), Adrián Massanet y un servidor nos pasamos cuatro horas hablando de las adaptaciones cinematográficas de Marvel desde los seriales del Capitán América de los años 40 hasta la fase cuatro del Universo Marvel Cinematográfico. ¡Todo un viaje!
¿Lo mejor? Poder hablar de estas películas compartiendo lo que nos gusta de ellas y lo que no, aprender de los compañeros y compartir opiniones sin caer en fanatismos a favor o en contra. ¡Es como encontrarnos en una reunión de viejos amigos que charlan sobre películas!
Por tanto, es para nosotros un placer compartir nuestro segundo programa. Esperamos que lo descarguéis, lo compartáis, lo escuchéis, lo comentéis, nos lo tiréis a la cabeza… porque, en el fondo, a veces, también somos un poco supervillanos, pero sin supervillanos, ¿cómo salvaríamos el día?
Dar las gracias a los oyentes y a Adrián y Juanjo por soportarme. Excelsior!
Yo también desde muy niño leía los cómics de Marvel. Me los compraban siempre. Recuerdo lo mucho que me gustó Spider-Man cuando estaba en manos de Todd McFarlane, como la saga «TORMENTO», por ejemplo. También seguí la de Cap. America cuando el gobierno le quita la identidad y tuvo que hacerse el traje negro que ya en el futuro acabaría usando el U.S. Agent, y reunir a un equipo clandestino para que fueran sus sustitutos de los Avengers. También seguí la saga en inglés de cuando el original Thor desaparece, y lo sustituye Eric Masterson, quedándose con Mjolnir y convirtiéndose en un Thor con barba. Su aventura conociendo al Thor del futuro junto con Beta Ray Bill, y los tres enfrentándose a Loki. Muy buen material.
Marvel nos ha dado muchos grandes momentos, como los que citas. Al crecer con estos cómics, uno nunca consigue separarse de ellos.
¡Gracias por el comentario!