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Hace mucho, mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana… (No, en realidad, fue hace poco) colgué esto en una red social y me gustó tanto que, ante el temor de que se pierda, he decidido rescatarlo por aquí…

Arte conceptual del personaje del chaval de la escoba de The Last Jedi. Fuente.

«Star Wars». O la saga que me hace pensar en un palo de escoba. Me explico.

Contaba con nueve añitos cuando empecé a ver «La Amenaza Fantasma» y no me dijo nada, pero, al día siguiente, pusieron en la tele «Una nueva esperanza», la auténtica primera película de «Star Wars», y, desde entonces, se convirtió, para mí, en más que en una película favorita, en un modo de ver el mundo.

Crecí pasando bajo la puesta de sol esperando que hubiese otro astro gemelo en el horizonte, aguardando que llegasen las grandes aventuras y desafiar al Imperio. Ahí estaban Luke, Han, Leia, Yoda, Darth Vader, Chewbacca, R2-D2, C-3PO… Recuerdo verme cada película constantemente, escribir fanfics o salir del instituto corriendo para poder ir a ver «La venganza de los Sith» al cine. Y, durante años, fue también mi adolescencia, cuando solo a dos o tres de mi instituto nos gustaba «Star Wars» y la idea de ser Anakin Skywalker o el Lado Oscuro no estaba nada mal.

¿Y cómo ha seguido la afición hasta hoy? A todo el mundo le gusta «Star Wars». Y yo perdí la fe con «El despertar de la Fuerza», pero la recuperé con «Los últimos Jedi» por una simple tontería: un palo de escoba. Sonará idiota, pero «Star Wars» es para mí, ahora, un palo de escoba. La explicación es que, cuando era un enano, no había pasta para tener un sable láser chulo y lo que tenía era un palo de escoba viejo con el que adquirí un manejo sin igual de las artes de esgrima Jedi (aunque era rojo y oxidado, así que, mejor dicho, Sith). Y se lo robaba a mi madre y pasaba así las tardes. Mi madre no entendía (pero respetaba) mi fanatismo por estas cosas y siempre me avisaba cada vez que había una de esas películas de «esos bichos feos que te gustan» en la tele.

Por tanto, este año, después de pasar por el cementerio, fui a ver «Los Últimos Jedi» y cuando el final es un crío que, tras escuchar las aventuras de Luke emocionado, sale a ver las estrellas con un cepillo y piensa en el futuro y en los héroes, no pude evitar sentirme reflejado y pensar en lo importante que una saga puede ser para ti, para quien fuiste y para quien eres, a la hora de ver el mundo y recordar a tus seres queridos. Nadie se marcha nunca.

star wars
Cada saga tiene un principio… Fuente.
Carlos J. Eguren
autor@carlosjeguren.com
¡Cuidado! No leas esta biografía. ¡Te he dicho que no la leas! Si la lees, estarás condenado… En serio… ¿Sigues leyendo? Luego no me digas que no te lo he advertido: Carlos J. Eguren está muerto, solo que no se ha dado cuenta y sigue escribiendo desde ultratumba. Es escritor en Castle Rock, profesor en Arkham, periodista en Midian, divulgador cultural en Carfax, juntaletras en el omniverso y pasto de los gusanos en todas partes. Ha publicado cuatro novelas: Hollow Hallows, Devon Crawford y los Guardianes del Infinito, El Tiempo del Príncipe Pálido y La Eternidad del Infinito. Ya prepara mediante ouija sus próximas historias que formarán parte del libro de los muertos. Espera volver a aparecerse cuan primigenio cuando pueda escaparse de R'lyeh… Ahora ya has leído su biografía, ahora ya estás maldito. ¡Bienvenido!

2 comentarios sobre “Star Wars y el palo de escoba

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