
“Una vez aguijoneada, la imaginación es un caballo que se desboca y al que no sirve tirarle de la rienda”- Gustavo Adolfo Bécquer.
Halloween es una fecha que se presta a descubrir obras de terror que entusiasman al lector a la vez que le provocan escalofríos en la trémula noche en la que los espíritus vagan entre los vivos. Muchos se sumergen en la literatura de autores como Stephen King, Edgar Allan Poe o H.P. Lovecraft, entre otros, pero muy pocos, seguramente, deambulan por las páginas de otro escritor fundamental: Gustavo Adolfo Bécquer.
Bécquer siempre ha sido una rara avis dentro de la literatura española que, a veces, le ha dejado de lado. Aunque en el Día de Todos los Santos siempre se recuerda a Don Juan Tenorio de José Zorrilla, Gustavo Adolfo Bécquer es uno de los grandes escritores de género fantástico de nuestro país y merece un reconocimiento durante estas fiestas.
Reinvidincar a Bécquer
“Los sueños son los espíritus de la realidad con la forma de la mentira”- Gustavo Adolfo Bécquer, El Caudillo de las Manos Rojas.
Famoso por su obra poética recogida en las Rimas, el autor sevillano podría ser considerado nuestro propio Edgar Allan Poe por el halo fatal de muchas de sus historias. En sus Leyendas, aparecen jóvenes damas fantasmales, seres del pasado que regresan para cobrar venganza, ánimas auspiciadas por un poder religioso terrible e insondable, y dramas románticos que tercian hacia la oscuridad. Temas y elementos fundamentales del Posromanticismo del que formó parte.
También podríamos pensar que hay algo en él que nos evoca a Lovecraft, no solo por ese temor hacia poderes que no se pueden comprender (y que Lovecraft llamaba Primigenios y Bécquer prefiera llamar Satán o Dios), sino también por ciertos prejuicios de su época (¿o son de su narrador en vez de ser de Bécquer?), que existían por ambos autores hacia grupos como los judíos.
¿Y de King? Podríamos hablar de ciertas comparaciones e introducciones a los relatos que pueden aproximarnos al autor de Maine, aunque aparte de al escritor de El método de respiración, podría conducirnos a algunos de los cuentos de Neil Gaiman como Alimentadores o alimentados. Tenemos la fortuna de leer a Bécquer hablando del arte de las palabras al que consagró su vida.
Lejos de más divagaciones, Gustavo Adolfo Bécquer es un autor que merece la pena ser descubierto, por eso os voy a recomendar la lectura de seis de sus leyendas por Halloween (y por cualquier otra fecha del año):
El Monte de las Ánimas
Una de las leyendas más populares de Bécquer, El Monte de las Ánimas posee una premisa que nos aproxima a las de muchas películas de terror. Beatriz y Alonso, dos enamorados, deciden desafiar a una vieja creencia: nadie puede vagar por el Monte de las Ánimas en la Noche de Todos los Santos, ¿qué pasará si rompen dicha tradición? Pronto descubrirán que no se puede retar a aquello que no se comprende.
Todavía recuerdo a aquella profesora de Lengua y Literatura que, en 3º ESO, nos leía esta leyenda a mis compañeros y a mí. Engullido por una atmósfera lúgubre que envuelve cada una de las páginas de esta obra, vale la pena que el lector descubra el lector a qué se debe su fama y más durante la noche, más en Halloween o en el Día de Todos los Santos.
En el desenlace, la sorpresa, la congoja y la oscuridad que encumbra toda la obra de Bécquer hace acto de presencia y aquí tenemos una notable muestra de cómo un creador da lo mejor de sí.
«La noche de difuntos me despertó a no sé qué hora el doble de las campanas; su tañido monótono y eterno me trajo a las mientes esta tradición que oí hace poco en Soria».

La ajorca de oro
La avaricia como detonante del horror es uno de los puntos más repetidos en la literatura de Bécquer. En este caso, una mujer sueña con poseer una de las pertenencias de una sagrada virgen: una ajorca de oro, y tal deseo sacrílego se lo comparte a su amado. Él, anhelante de cumplir con la ambición de su amada, decide robar la joya para entregársela. Pronto, Dios será el que pronuncie sentencia.
La dualidad estre el placer y lo divino aparece en muchos relatos de terror, como La muerta enamorada de Théophile Gautier. A su vez, La ajorca de oro concluye de la misma forma que muchas de las obras de H.P. Lovecraft y Edgar Allan Poe: con el descenso a la locura.
Aparte de por este motivo, también por la potente imagen que vemos al final del cuento, es digno que sea descubierto. Es una terrorífica muestra de que los deseos pueden conducir al peor camino, incluso cuando todo está inspirado por el amor.
«Ella era hermosa, hermosa con esa hermosura que inspira el vértigo; hermosa con esa hermosura que no se parece en nada a la que soñamos en los ángeles, que, sin embargo, es sobrenatural; hermosura diabólica, que tal vez presta el demonio a algunos seres para hacerlos sus instrumentos en la tierra».

El rayo de luz
Una de las obras más hermosas del autor español. Moderna, vivaz e imperecedera, El rayo de luz es una de esas leyendas que está siempre dispuesta a ser descubierta, más si cabe cuando el año se acerca a su muerte.
En esta obra, los lectores nos sumergimos en las desventuras de un hombre soñador que persigue siempre la hermosura y verá esta encarnada en una joven a la que contempla bajo la luz de la luna. ¿La encontrará?
La prosa de Bécquer se plaga de hermosas metáforas y una historia hábil, que se zanja con uno de esos desenlaces dramáticos a la par que bellos. Sin duda, los grandes escritores como Bécquer son aquellos que son capaces de mezclar estos dos sentimientos en el lector sin que nos demos cuenta.
Finalmente, gracias a ese narrador de tono afectado que nos cuenta su historia a modo de confesión, existe cierta moraleja en ella sobre la naturaleza de lo real y lo ficticio, sobre los deseos y las decepciones, que es digna de que tengamos en cuenta, aunque sea bajo el rayo de luz de la luna.
«Yo no sé si esto es una historia que parece cuento o un cuento que parece historia; lo que puedo decir es que en su fondo hay una verdad, una verdad muy triste, de la que acaso yo seré uno de los últimos en aprovecharme, dadas mis condiciones de imaginación».

La promesa
Margarita, una joven enamorada, teme decir adiós a su gran amor, Pedro, un escudero del conde, que parte a la guerra. Sin embargo, mientras aguarda la partida del ejército, descubre un hecho terrible que le golpea en lo más profundo de su corazón. Y su amante deberá solventar una oscura magia que le rodea en la guerra. ¿Qué misterio se esconde detrás de esta tragedia?
Un cuento bello donde se conjuga la oscuridad y los secretos en torno a las mentiras y un sentimiento tan devastador y poderoso como es el amor, porque hay promesas que no pueden romperse ni cuando la muerte se pone en nuestro camino.
Como detalle, hay cierto rasgo que nos evoca a La Novia Cadáver, del que no os diré nada más para que la descubráis por vosotros mismos. Simplemente comentar que leí esta historia cuando era un adolescente y en su relectura, sigue conmoviéndome como la primera vez, recordándome también a esa película.
«Señor […], esta cantiga la repiten de unos en otros los aldeanos del campo de Gómara, y se refiere a una desdichada cruelmente ofendida por un poderoso. Altos juicios de Dios han permitido que al enterrarla quedase siempre fuera de la sepultura la mano en que su amante le puso un anillo al hacerle una promesa. Vos sabréis quizá a quién toca cumplirla».

El beso
Unos invasores franceses profanan una iglesia española, convirtiéndola en parte de su cuartel. Durante la noche, en la larga vigilia, mientras prenden una hoguera con leña que proviene de los bancos de madera que quiebran, los soldados hablan y uno de ellos parlotea sobre su gran amor que resulta ser la imagen de una mujer tallada sobre un féretro. El resto de la patrulla se acerca para apreciar tal delirio y pronto descubren la estatua más hermosa que nunca han visto y está escoltada por su guardián, su esposo. ¿Qué ocurrirá?
«En el fondo de un arco sepulcral revestido de mármoles negros, arrodillada delante de un reclinatorio, con las manos juntas y la cara vuelta hacia el altar, vieron, en efecto, la imagen de una mujer tan bella, que jamás salió otra igual de manos de un escultor, ni el deseo pudo pintarla en la fantasía más soberanamente hermosa».
Potente historia que bien podría ser una historia de terror de otro de los famosos escritores de terror que ya hemos citado, debido no solo al halo de advertencia que impregna toda la historia (no profanes a las almas que descansan si no quieres pagarlo), sino también a la calidad de Bécquer como creador. Intrigante, mágica y enérgica, sin duda, El beso es una de las leyendas a reivindicar por cómo mezcla lo profano y lo divino, lo sensual y lo sacrílego.
Pocas veces un beso se ha pagado tan caro, eso está claro.

La cruz del diablo
La advertencia está clara: no se acerque a esa cruz, no sabe qué historia hay detrás de ella… Pero los pecados se cometen porque conocemos el placer de lo prohibido. Y de ahí nace el misterio de la leyenda que trata sobre un ser tan siniestro que bien trajo la congoja y la maldición a sí mismo.
Imaginen un espectro, digno de ser imaginado como el Jinete Sin Cabeza de Washington Irving o los Jinetes del Anillo de Tolkien, poseyendo una armadura que temen aquellos que pensaban que se habían librado de él. Al fin y al cabo, hay formas malignas que resisten a la muerte, incluso ante un símbolo como la Cruz.
La cruz del diablo es historia fantástica no solo por su calidad, sino también por el contenido que nos narra en sus páginas, con unas imágenes lo suficientemente potentes como para transformarse en una de nuestras favoritas.
«Esa cruz es la que hoy habéis visto, y a la cual se encuentra sujeto el diablo que le presta su nombre: ante ella, ni las jóvenes colocan en el mes de Mayo ramilletes de lirios, ni los pastores se descubren al pasar, ni los ancianos se arrodillan, bastando apenas las severas amonestaciones del clero para que los muchachos no la apedreen.
Dios ha cerrado sus oídos a cuantas plegarias se le dirijan en su presencia. En el invierno los lobos se reúnen en manadas junto al enebro que la protege, para lanzarse sobre las reses; los bandidos esperan a su sombra a los caminantes, que entierran a su pie después que los asesinan; y cuando la tempestad se desata, los rayos tuercen su camino para liarse, silbando, al asta de esa cruz y romper los sillares de su pedestal».

Conclusiones
“Voz de mujer que, como música celeste, como suspiro de un alma enamorada, viniste a mí, traída por la caricia del aire lleno de aromas de primavera. ¿Qué misterio hay en tus palabras confusas, en tus débiles quejas, en tus armoniosas y extrañas canciones?”- Gustavo Adolfo Bécquer, La voz del silencio.
Son solo seis leyendas. Otras célebres como Los ojos verdes, La corza blanca o La rosa de pasión se han caído en el último momento de esta lista, pese a ser de lo más recomendables. No obstante, Bécquer tiene muchas más obras que esperan ser descubiertas por el lector, ¿qué mejor que hacerlo en la noche en que las almas vagan entre los vivos, como en tantas de las leyendas del escritor? Será una experiencia digna de contarse, aunque sea a modo de… leyenda.
Mencionás autores que he leído. Creo que se puede expandir a autores de El Círculo de Lovecraft. Como Clark Ashton Smith, con cuentos como La sibila blanca, que es una historia que podría pertenecer al romanticismo, con un poeta enamorado de una mujer pálida, que podría ser una diosa o un fantasma.
Los ojos verdes me parecen más adecuada que La ajorca de oro, con esa mujer de leyenda, de la que se dice que causa la muerte. Las demás son historias que bien podrían haber sido adaptadas para Cuentos de la cripta.
Te recomiendo esta convocatoria, sino para participar, para leer los relatos que surgirán.
http://charocort.blogspot.com.ar/2016/10/convocatoria-al-halloblogween.html
Y te recomiendo también este blog sobre cine, especialmente esta reseña sobre una película que seguro viste.
http://eldiadelaespectadora.blogspot.com.ar/2016/10/harry-potter-y-las-reliquias-de-la_26.html
Saludos.
Sí, el Círculo de Lovecraft es muy heredero de los clásicos y se rescatan temáticas y formas similares a las de estos.
La ajorca de oro me gusta por el tema del desafío y cómo desencadena en la locura al desafiar a lo sagrado, pero vaya, son recomendaciones, no tanto un "ranking" 🙂
Gracias por recomendarme la convocatoria. Intentaré estar pendiente. Por desgracia, mi tiempo se está acortando drásticamente a la hora de hacer cosas que me gustan.
Y gracias por el blog de cine.
¡Gracias también por el comentario! Un saludo.
Un poderoso xD
Eso no nos lo quita ni la LOMCE xD
Muy cierto, Carlos. Me gusta mucho Bécquer desde que lo descubrí cuando tenía 16 años o por ahí. De mis favoritos entre los autores nacionales.
Aprovecho ya que me acordé de ello para recomendar la lectura de una novela clásica, del sXVIII o principios del XIX, por ahí (aunque tal vez ya la conoces): Manuscrito encontrado en Zaragoza. Es de un polaco llamado Jan Potocki aunque fue escrita originalmente en francés. Se trata de una novela gótica, con varios elementos fantásticos, y es del tipo El Decamerón, Los Cuentos de Canterbury, Mil y una noches,…
Me alegro de no ser el único al que le gusta Bécquer y creo que es una figura a reivindicar, más si cabe en estas fechas (que soy el primero que me encanta Halloween, pero se puede aprovechar también para aportar cosas propias como el Tenorio, Bécquer o la obra que citas). Manuscrito encontrado en Zaragoza lo leyó hace tiempo una amiga y me lo recomendó, lo tengo en pendientes desde hace tiempo, pero voy a ver si me puedo poner al día pronto con él, ya que por lo que me dices y estoy leyendo, es una de esas obras que me gustarían. ¡Gracias mil! ^^ P.D.: Genial tu foto del Largo Halloween
¡Hola! La verdad es que de Becquer me he metido más a su faceta poética que de prosa, pero después de leer esta entrada, me pongo de cabeza a buscarlos que me has dejado picada con la curiosidad.
¡Un abrazo!
Espero que te gusten sus leyendas. Creo que posee algunas de las historias de terror más interesantes que he leído en mucho tiempo y todo con ese aire clásico que me encanta. ¡Gracias por tu comentario!