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Si
le pidieran a un servidor recomendar ahora mismo una película sobre los viajes
del tiempo, pienso que esta sería la primera opción: El Muelle (La Jetée). Y si luego viniera del futuro, seguramente
seguiría pensando lo mismo antes de caer muerto: El Muelle.

Los
seres humanos estamos condenados a repetir nuestro pasado o incluso nuestro
futuro. No hay escapatoria, el destino es un monstruo cruel. No se puede
reescribir la Historia, solo se puede ser parte de ella. Esas son algunas de
las oscuras conclusiones de La Jetée, cortometraje realizado con
un presupuesto justo por el director Chris Marker, pero que innova más y trata
de temas más serios en 1962 que la mayoría del cine de ciencia-ficción actual.

La imagen del destino.

Nos
encontramos ante un corto que a partir de fotos de una calidad magistral (y es
uno de sus puntos fuertes al crear esa sensación de extrañeza) va contándonos
una historia terrible sobre una humanidad que vive bajo tierra después de la
Tercera Guerra Mundial, sufriendo constante experimentación y planteándose
viajar al pasado o el futuro para cambiar el presente. Tenemos a un
protagonista condenado por lo que hizo y por lo que hará. Y una voz en off que
da sentido a todo y suelta algunas de las mejores frases que he escuchado en
mucho tiempo, mientras se plantea cuestiones tan duras sobre la guerra, el
tiempo y mucho más.

Nos
hallamos ante ciencia-ficción de calidad, esa que trasciende y nos hace
reflexionar sobre nuestra existencia y nuestro devenir. El Muelle se convierte
por derecho propio en una pequeña joya con dosis de experimental, que sirvió
después de base para la conocida 12 monos de Terry Gilliam.

Si
le pidieran a un servidor recomendar ahora mismo una película sobre los viajes
del tiempo, pienso que esta sería la primera opción: El Muelle (La Jetée). Y si luego viniera del futuro, seguramente
seguiría pensando lo mismo antes de caer muerto: El Muelle.

Carlos J. Eguren
autor@carlosjeguren.com
¡Cuidado! No leas esta biografía. ¡Te he dicho que no la leas! Si la lees, estarás condenado… En serio… ¿Sigues leyendo? Luego no me digas que no te lo he advertido: Carlos J. Eguren está muerto, solo que no se ha dado cuenta y sigue escribiendo desde ultratumba. Es escritor en Castle Rock, profesor en Arkham, periodista en Midian, divulgador cultural en Carfax, juntaletras en el omniverso y pasto de los gusanos en todas partes. Ha publicado cuatro novelas: Hollow Hallows, Devon Crawford y los Guardianes del Infinito, El Tiempo del Príncipe Pálido y La Eternidad del Infinito. Ya prepara mediante ouija sus próximas historias que formarán parte del libro de los muertos. Espera volver a aparecerse cuan primigenio cuando pueda escaparse de R'lyeh… Ahora ya has leído su biografía, ahora ya estás maldito. ¡Bienvenido!

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