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Skulduggery, hechicero, detective, muerto, fashion victim. Valquiria: aprendiza de hechicera, aprendiza de nigromante, adolescente, futura condena del mundo. Fuente. |
“Las mentiras que nos dicen los demás no son nada comparadas con las que nos decimos a nosotros mismos”-Skulduggery a Valquiria.
Gracias a la recomendación
del lector del blog Adrián, he retomado recientemente la lectura de la saga Skulduggery Pleasant, que sabéis que es una de mis debilidades (u obsesiones… que comparto
conmigo mismo).
Aunque voy más lento de
lo esperado debido a los estudios, el trabajo y diferentes temas que me tienen
apartado de todo, ya he comenzado a disfrutar de nuevo de los personajes que ha
creado Derek Landy y de la aventura que se configura en el sexto volumen, La
invocadora de la muerte.
Ya os he comentado en
otras ocasiones lo mucho que significa para mí esta saga de fantasía. Sé que
hoy, que está mejor visto dentro del mundillo hablar solo de las obras que
gozan de más campañas promocionales o prestigio entre los nerds, parece que
hablar de aquello que te gusta, sin más, está mal visto, pero vaya, me importa
bastante poco. Es curioso, antes todo el mundo decía: «la fantasía es para niños» y algunos sentían que en esa fantasía hallaban una escapatoria al realismo. Ahora, muchos, dentro de la fantasía, apuestan solo por el realismo y la seriedad, y parece que el tema de la aventura es infantil, escapista, y debe marginarse. Bien, ventajas de ser un marginado. La variedad es buena, ¿sabéis?
Una de las cosas que me
gustan de la saga del detective esqueleto es su capacidad para reinventarse y sí, tenemos muertos
andantes, magia, complots, aventuras y otros temas igualmente siniestros, pero también
algunas dosis de humor, sin olvidar la habilidad de Landy para soltarte algunas
verdades sin que nadie lo espere y, de ahí, surge el diálogo que abre este texto.
No quiero ponerme excesivamente
filosófico (aunque si no me pongo filosófico en mi blog, ¿dónde voy a hacerlo?
¿Eh? ¿Eh?), pero sí, todos nos mentimos a nosotros mismos y de un modo atroz
(no sabemos si porque guardamos a una fuerza oscura capaz de devastar el mundo,
como Valquiria). Ante eso, cualquier otra mentira que nos digan parece nada. Y
Skulduggery muestra bastante sinceridad cuando dice todo esto, más allá de su
socarronería habitual.
Por eso (y por otras cosas que me reservo), opino que los
libros no deberían ser etiquetados con tanta facilidad. Supuestamente,
Skulduggery Pleasant es una novela juvenil, pero creo que ha superado eso: es
una gran historia y algunos hemos tenido el privilegio de zambullirnos en ella.
¿Por qué no lo haces tú también? No te estoy contando una mentira, que quede
claro. No te la cuentes a ti mismo. Haz caso a nuestro detective esqueleto.
Ohhh me has animado a leer. Es una saga?
En fin, aunque ya tenga 24. Volver a mis raices no es nada malo.
Espero poder leer más el año que viene. 2017 is coming xD
Sí, es una saga, pero vale muchísimo la pena, te lo aseguro.
Y, si te sirve, yo empecé a leerla el año pasado, con veinticuatro, así que… jejeje ¡Ya me comentarás!
¡Muchísimas gracias por tu comentario y espero que te guste! ¡Saludos!
Bueno bueno, cuanto me alegra que hayas continuado adelante con la saga. Ponte las pilas porque mi amigo, al que había enganchado a la saga, ya va por el sexto libro, y al ritmo que va no tardará mucho en terminarlo.
La verdad es que no podría estar más de acuerdo contigo. Parece ser que a día de hoy solo está «bien visto´´ ser un fan de sagas que ya gozan de un gran prestigio entre la crítica. Ahora mismamente parece ser que hay una nueva oleada de Potter-Adictos, que oye, no digo que este mal, ni mucho menos. Si te has animado a leer una saga como Harry Potter, a raíz de toda la publicidad que acompaña a la última película del universo de J.K.Rowling, mejor que mejor. No obstante, me gustaría recordar a todos aquellos que, o bien son fans, o bien meramente conocen las historias del joven mago, que la saga de Harry Potter es y será una saga que sin lugar a dudas, habría de catalogarse de saga juvenil. Ahora bien, seguro que nadie pondrá en duda que tanto jóvenes como mayores han disfrutado y disfrutarán de las aventuras del icónico trío de magos.
Si bien no quiero empezar con las comparaciones, solamente pretendo decir que antes de lanzarnos a catalogar algo de juvenil (con las connotaciones más bien negativas que eso supone), no juzguemos tan rápidamente y le demos una oportunidad a todas esas historias que nos aguardan impacientes a ser descubiertas.
Al fin y al cabo (y por fortuna), no todas las historias juveniles tratan de tórridos romances entre adolescentes y vampiros melancólicos. En ocasiones, y más de lo que puede parecer si uno echa un vistazo a las estanterías de la sección juvenil de la librería, hay historias que rompen con todos los cánones establecidos, y os puedo asegurar que esta es una de ellas.
¡Saludos!
Me complace saber que, de pronto, tengo competencia en relación a terminar el libro… porque, hasta hace poco, creía que nadie más conocía esta saga, jeje. A ver si me puedo poner las pilas. Entre los estudios, trabajo y demás, no puedo ir tan rápido como querría, ay, y eso que esta saga me encanta y me gustaría estar al día.
Nunca me ha gustado ponerle edad a los libros (y me resulta chocante que esta saga esté en la zona infantil de muchas librerías y grandes superficies). Y me he reído mucho cuando he comentado algo de Skulduggery Pleasant en el blog y alguien se pasaba por los comentarios para decir que, por la portada, parecía infantil. Eh, ¿perdón? Luego, pensaba que era una saga donde hay nigromantes, seres a los que les arrancan el alma, un mago al que le quitaron la piel pero que por venganza sigue vivo y… se me quita el posible momento de ¿leo algo de niños? Y, en realidad, es que me da igual. Leí con dieciocho años Peter Pan y se convirtió en una de mis obras favoritas y me dio igual.
¿Por qué solo se puede leer cierta obra cuando tienes cierta edad? ¿Por qué un adulto solo podría leer una saga juvenil si disfruta de una grandísima fama? ¿No estamos siendo un pelín cortos si decidimos crear ese dogma?
Bien me temo que cualquier saga posee algunos “fans” que dan un pelín de asquete cuando se ponen en plan: “lo mío es lo mejor y lo tuyo, que no lo conoce nadie, es peor”. Por eso, suelo rehuir el fandom. A mí me gusta lo que me gusta, hablo de lo que quiero y punto. Sin llantinas ni levantamientos de cabeza, como otros.
Por mi parte, adoro Harry Potter y Skulduggery Pleasant. Considero que son dos obras muy presentes en mí, incluso, y me gusta perderme en sus mundos rebosantes de magia. Podrá venir gente y decir que son infantiles, juveniles o fantásticos como si fuera un insulto y yo sabré que prefiero ser infantil, juvenil o fantástico antes que estar muerto por dentro.
¡Muchísimas gracias por tu comentario y por tu reflexión!