Revelaciones, revelaciones…Fuente.
Ego en los cómics. Fuente.


Guardianes de la Galaxia Vol. 2
ha sido para mí una grata sorpresa gracias a, entre otros motivos, incluir a uno de los personajes más extrañamente fascinantes de los cómics: Ego, el planeta viviente. Surgido como una locura de la space opera, el pulp y los tebeos más fantásticos, Ego era uno de esos seres que marcaban la imaginación más onírica de los fans.

¿Recordáis la historia corta de Green Lantern: Mogo no tiene vida social? En ella, Alan Moore nos planteaba la pregunta de qué sucedería si todo un planeta tuviese el poder del anillo de los Green Lantern. Una historia breve, pero magnífica, con esa sorpresa final que encandila siempre al que la lea. Ego bien podría ser el reverso tenebroso de Mogo (no es un misterio que muchos fans se pregunten quién ganaría una batalla entre los dos).

Los cómics, al fin y al cabo, juegan con muchas ideas comunes que se desarrollan de modo diferente y rastrear sus orígenes es muy complicado. Véase la historia de la Cosa del Pantano y el Hombre Cosa.

Desde los orígenes de Ego como un misterio (¿fusión de mentes? ¿Surgir de conciencia propia?) hasta sus malévolos y titánicos planes, el planeta se enfrentaría a héroes como Thor. En la reinterpretación de la película de James Gunn, Ego es un celestial que tomó conciencia de sí mismo y teniendo un poder increíble ha decidido recrear el universo a su imagen y semejanza (el nombre de Ego le viene perfecto, como veréis). Soñando que era un mortal, igual que aquel dios asgardiano en la etapa de John Michael Straczynski, Ego tomó distintas formas en busca de concebir un nuevo orden a través de los diferentes mundos, galaxias, constelaciones… Uno de sus herederos no es otro que el bueno de Peter Quill (aquí nos olvidamos de otro padre capullo, J’son).

Zeus, dios de dioses. Fuente.

No fue hasta salir del cine cuando mi compañera me comentó: «Ego era como Zeus«. Ya sea por su caracterización como longevo caballero de barba blanca y comportamiento falsamente bonachón, Ego rememora al señor de los dioses olímpicos por otros motivos. Recordé todos aquellos mitos donde el dios decidía crear docenas y docenas de hijos, a través de distintas mujeres, concibiendo todo un entramado mar de superhéroes…, perdón, semidioses. Atenea, Apolo, Hércules, Perseo, Dioniso, Perséfone, Hermes, etc. A menudo voluble y cruel (recordemos el miedo a que sus hijos le traicionasen como él traicionó a su progenitor), no cuesta demasiado ver algo de Zeus en la figura de Ego, ese falso gran padre que pronto demuestra tener intenciones más oscuras, incluyendo cierta revelación que revuelve las tripas a más de uno.

Desde hace años, por mi cabeza ronda la idea de que la mitología (incluida la griega) eran los cómics de superhéroes de su época. O que los cómics de superhéroes son nuestra mitología moderna. En estas historias encontramos héroes, villanos, poderes increíbles, actos de valor, momentos de maldad, dioses crueles… Hay algo en estas poderosas historias que conecta con nuestro interior y su valor es increíble.

Mucho se está criticando a este villano que se ha convertido en uno de mis favoritos de las películas de Marvel. A medio camino entre Ozymandias con sus planes y el Doctor Manhattan al recrearse a sí mismo (la música de Tyler Bates, compositor también de la banda sonora de Watchmen ayuda), Ego no tiene como propósito destruir el universo, no: lo que quiere es cambiarlo y hacerlo tal y como él quiere que sea. ¿Bondad? ¿Egocentrismo? ¿No es lo que todo dios querría?





No importa. Los mundos siguen en su largo viaje por un universo infinito. La gente vive, la gente muere… ¿Y quién sabe si Ego aguarda para retomar el poder? ¿O Zeus? ¿O nuestra ilusión? ¿Quién sabe?

Carlos J. Eguren
autor@carlosjeguren.com
¡Cuidado! No leas esta biografía. ¡Te he dicho que no la leas! Si la lees, estarás condenado… En serio… ¿Sigues leyendo? Luego no me digas que no te lo he advertido: Carlos J. Eguren está muerto, solo que no se ha dado cuenta y sigue escribiendo desde ultratumba. Es escritor en Castle Rock, profesor en Arkham, periodista en Midian, divulgador cultural en Carfax, juntaletras en el omniverso y pasto de los gusanos en todas partes. Ha publicado cuatro novelas: Hollow Hallows, Devon Crawford y los Guardianes del Infinito, El Tiempo del Príncipe Pálido y La Eternidad del Infinito. Ya prepara mediante ouija sus próximas historias que formarán parte del libro de los muertos. Espera volver a aparecerse cuan primigenio cuando pueda escaparse de R'lyeh… Ahora ya has leído su biografía, ahora ya estás maldito. ¡Bienvenido!

4 comentarios sobre “Ego, el planeta con complejo de Zeus

  1. Conozco un poco el personaje de Mogo por el crossover Green Lantern/Aliens, donde es más un escenario que un personaje. También por Injustice, donde hasta tiene un enfrentamiento con Superman. Quien esa historia tiene ese comportamiento que describís.

    Me gusta eso de comparar a un personaje con Zeus, hijo de un titan, hijo de la Tierra personificada. A veces arbitrario, otras veces heroico. Personaje seductor de diosas, ninfas y mujeres mortales.
    Los mitos siguen vigentes en las historietas, como en la versión New de Wonder Woman. En que era el producto de un romance entre Hipolita, una reina de las amazonas presente en algún mito, y de Zeus. Y también estaba la ira de Hera.

    También fueron un antecedente las novelas de caballerías.

    Interesante entrada.

    1. Mejor leer la historia original de Mogo.

      Se nota quién es aquí más de Marvel y quién más de DC, ¿eh?

  2. Vi la película y me pareció magistral. Sinceramente. Con la revelación del origen de Starlord, su relación con Gamora. Lo de Gamora y Nebula.
    No sé si hay tanta diferencia entre DC y Marvel, he leído con gusto el crossover Spiderman & Batman. Y hay quienes han trabajado para los editoriales, como Neal Adams.

    1. El apunte era por la comparación habitual que haces con DC frente a un servidor, que suele ser más marvelita a la hora de escribir.

      Me alegro de que te gustase la película.

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