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El monstruo de Knock, knock posee uno de los aspectos más curiosos de los seres de las últimas temporadas. Fuente.

Una mansión, unos estudiantes sin casa, un dueño enigmático, unas criaturas siniestras y un fantasma hecho de madera. Esos fueron los ingredientes del capítulo Knock, knock, el cuarto de esta décima temporada de Doctor Who que siento que, pese a que tiene algunas buenas ideas, no termina de despegar para mí.

Sin caer en aquel especial de Navidad de hace un par de años (el del homenaje narniano) con aquellos monstruos de madera y aquel Doctor incapaz de usar su destornillador sónico con ellos, Knock, knock posee una historia oscura más interesante (¡casas encantadas!), aunque siento que todo termina bien (echo de menos cierta malicia) cuando esas escenas entre madre e hijo y el drama de la muerte de los inocentes me parecían más interesantes. Da igual… ¡Monstruos con alma! Mi debilidad.

Sea como sea, los personajes van de un lado a otro, acaban cayendo por sus decisiones algo tontorronas (en serio, ¿crees que ese caserón con ruidos extraños es un «piso» perfecto para unos estudiantes? Me lo trago como la licencia de las historias de terror, eso sí). Lo mejor es que aún tenemos al Doctor de Capaldi dando respuesta a un anciano que sigue siendo un niño y considero que esa madre de madera, esa fuerza extraña, protagoniza algunos de los momentos más interesantes, como la redención de su terror.

En cuanto a Bill, la compañera, está bien verla como una joven que se avergüenza de su «abuelo» (o lo que sea), que es el Doctor, con lo que se recupera la dinámica de la serie más clásica en muchos aspectos, aunque, en serio, ¿quién se avergonzaría de un tío tan guay como Capaldi?

No estoy queriendo decir que sea mala esta temporada (ni por asomo), pero noto que no me está resultando tan atractiva como otras de las aventuras protagonizadas por nuestro buen Doctor. De todas formas, aún queda temporada. Por mucho que el tema de la bóveda tenga que llamarme y hacer que siga viendo los próximos capítulos, noto que la mayoría de historias son de tránsito y solo tocan los temas que más me interesan de forma nimia. No obstante, nunca se sabe cuándo podría volver cierto enemigo del Doctor Señor del Tiempo

Carlos J. Eguren
autor@carlosjeguren.com
¡Cuidado! No leas esta biografía. ¡Te he dicho que no la leas! Si la lees, estarás condenado… En serio… ¿Sigues leyendo? Luego no me digas que no te lo he advertido: Carlos J. Eguren está muerto, solo que no se ha dado cuenta y sigue escribiendo desde ultratumba. Es escritor en Castle Rock, profesor en Arkham, periodista en Midian, divulgador cultural en Carfax, juntaletras en el omniverso y pasto de los gusanos en todas partes. Ha publicado cuatro novelas: Hollow Hallows, Devon Crawford y los Guardianes del Infinito, El Tiempo del Príncipe Pálido y La Eternidad del Infinito. Ya prepara mediante ouija sus próximas historias que formarán parte del libro de los muertos. Espera volver a aparecerse cuan primigenio cuando pueda escaparse de R'lyeh… Ahora ya has leído su biografía, ahora ya estás maldito. ¡Bienvenido!

2 comentarios sobre “Doctor Who: Knock, knock, ¿quién está ahí?

  1. Vi el episodio recién. Tal vez tendrías que haber advertido lo de spoiler.
    Es interesante lo de los monstruos con culpa, fue un buen giro argumental. Debo decir que, habiendo visto a varios de los Doctores, conociendo la serie, se me paso ese detalle de la edad del personaje. Es un interesante recurso

    Todavía le falta algo, los capítulos en que aparecieron Rose Tyler, Amy Pond, Donna fueron muy especiales.
    Pero me gusta el recurso de la mansión misteriosa, con maderas que hacen ruido. Fue lo que le gustó a uno de los estudiantes.

    1. Bueno, este blog también podría llamarse El Antro de los Spoilers y Otros Monstruos, así que… jejeje, todo es posible. Este episodio no me disgustó del todo, pero bueno, un capítulo de transición con algún intento de sustituto…

      A ver si esta semana escribo sobre Extremis.

      ¡Gracias por el comentario!

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