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El Halcón y el Soldado de Invierno es una nueva pieza del rompecabezas de Marvel Studios. Fuente. |
«The legacy of that shield is complicated»- Sam Wilson.
El legado del escudo es complicado, sí, y el veredicto sobre
la serie de El Halcón y el Soldado de Invierno también. Mi balance
es positivo, pero menos entusiasta que con Wandavision (a la que
se lo perdonaba todo). Me explico: por un lado, hemos tenido varios aspectos
muy destacables y disfrutables, aunque también otros que chirrían y amargan el
resultado final. Sin embargo, es un paso más para ese enorme mosaico de
historias que es el Universo Marvel Cinematográfico.
Con estas
producciones para Disney +, Marvel no solo explora el papel de personajes
casi secundarios, sino también las consecuencias de Infinity War y Endgame:
¿qué ocurriría cuando todo el mundo que desapareció con el chasquido regresase a un mundo cuyos
recursos y bienes habían vuelto a ser grandes sin todas esas personas? ¿Qué
supone para le gente este nuevo mundo? ¿Y para los superhéroes?
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Lástima que la serie no siempre despegue como debería. Fuente. |
Un universo
de barro
Una
cuestión que me ha gustado de la serie es que adapta el espíritu de los cómics
de Marvel. No, no me refiero a superpoderes o mamporros, me refiero a la
sensación de héroes con los pies de barro, con ese Sam que no puede
salvar el negocio familiar o ese Bucky que sigue enfrentándose a sus
demonios. Además, se enfrentan al racismo, la intransigencia, el terrorismo, la
insolidaridad…
Con su
final, impera la sensación de que las expectativas han jugado en contra de El
Halcón y el Soldado de Invierno. Wandavision y esta serie
han demostrado que los mayores enemigos a los que pueden hacer frente estos superhéroes
no son Agnes, Zemo y compañía, sino los propios espectadores que esperan
que las películas que montan en su cabeza sean las que aparecen en la pequeña
pantalla (si con la primera fue Mefisto, aquí ha sido Steve Rogers el gran blanco de las teorías de los fans). El otro adversario es una Marvel que busca todavía su tono en la
pequeña pantalla a la hora de contar historias. De poco importa para algunos detractores
que Marvel Studios haya dedicado tiempo para desarrollar a dos personajes como Sam
y Bucky, aunque con desigual resultado. Al final parece que reina el
deseo de muchos fans de ir a toda mecha con las tramas en vez de tomar con
calma los diferentes aspectos a desarrollar. Ese no es el mayor problema para
mí.
Lo que no
me ha gustado tanto es su intento de captar el gris de la segunda parte de la
trilogía de El Capitán América, El Soldado de Invierno. Ahí ha perdido
fuerza, sobre todo con un final que, pese al discurso moralizador más que
necesario, tiene algunos cambios poco justificados en personajes como John
Walker. Eso sí, resulta escalofriante ver cómo algunos seguidores
consideran a Walker como un héroe; tan escalofriante como pensar que
algunos consideran a Rorschach de Watchmen como una
brújula moral.
Si bien
todos los thrillers de espionaje y acción suelen tener huecos del tamaño
de un agujero negro, al extenderlo a varios episodios, estos son más evidentes,
aunque algunos surgen de la búsqueda continua del error en vez de decidir
embarcarse en una aventura con algunas escenas de acción bastante llamativas. Lo
mejor de que dure más tiempo es que haya escenas para desarrollar el entorno de
personajes como Sam, como vemos en el penúltimo capítulo. La idea de toda la
serie, de cierto modo, es que Sam debe aceptar el legado del Capitán América
cuando descubra cuál es este en realidad, y, por suerte, eso lo consigue.
Más
discutible puede llegar a ser el discurso político en algunos momentos, aunque no
por eso es menos necesaria la idea de que, frente a los extremismos, hay que
intentar solventar los problemas de otro modo, tanto para los partidarios de
las fronteras como para aquellos que desean derribarlas. En medio de todo
esto y con el movimiento #blacklivesmatter todavía resonando en nuestras
cabezas, la idea de adaptar las historias de Sam Wilson como el futuro Capitán
América y la historia de Isaiah Bradley como un supersoldado
olvidado se antojan más que necesarias. Más discutible es el cameo de ciertos
personajes de Wakanda que no aportan demasiado, pese a la
espectacularidad de sus peleas.
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Esta serie también nos ha dado a Zemo bailando. Fuente. |
El legado
del escudo
El resto de
los espectadores encontramos una serie entretenida que intenta imitar a El
Soldado de Invierno incluso con la música de Henry Jackman, pero
que lejos de teorías de los fans, donde naufraga es en un desenlace demasiado
tibio y, seguramente, afectado por la pandemia de COVID 19 que lleva asolando
el mundo desde hace más de un año y por la muerte de Chadwick Boseman,
el actor que encarnaba a Pantera Negra.
Un apartado
interesante es el dedicado a las interpretaciones, donde Sebastian Stan
y Anthony Mackie demuestran su química en pantalla y prometen un mayor
lazo con el espectador en futuras entregas; no obstante, ambos llevan con los
seguidores desde 2011 y 2014 respectivamente. Una lástima que Zemo, con
un Daniel Brühl robaescenas, se quede en medio de la nada, aunque puede
que sorprenda como mente maestra en futuras series o películas, ya que no
creemos que haya robado su pasamontañas y haya participado en todo esto porque
sí. Entre las nuevas caras, Wyatt Russell como John Walker
se ha ganado el odio de muchos de los seguidores, así que lo ha hecho
francamente bien al representar a ese Capitán América con el escudo
manchado de sangre que es la visión distorsionada que el espectador podría
tener sobre el personaje si jamás ha visto o leído una de sus aventuras. En
cambio, Erin Kellyman como Karli hace un buen papel que, por
desgracia, no siempre está tan bien escrito como merecería y termina de un modo
demasiado simplista. Papeles como el de Danny Ramírez como Joaquin
Torres, Adepero Oduye como Sarah Wilson, Georges St-Piere
como Batroc o Clé Bennet como Battlestar se quedan casi en
un simple cameo. Más discutibles ha sido rescatar a un personaje como la Agente
13 de Emily VanCamp con un brusco giro que se deberá explicar en
futuras entregas, por ejemplo, de la serie llamada Invasión Secreta.
Siguiendo la estela de vender próximos productos (de ahí el forzado giro final
de Walker), tenemos a Julia Louis-Dreyfus como Valentina
Allegra de Fontaine (¿quizá un futuro paso para los Thunderbolts o
un nuevo SHIELD o similar?).
Sobre el
diseño de producción de la serie, la fotografía destaca en capítulos como el
dedicado a Madripoor (deudora de John Wick y compañía) y los
efectos especiales son dignos de la gran pantalla, como vemos en el clímax del
último capítulo, donde el ordenador trabaja discretamente para hacer reales las
viñetas de los cómics.
En
conclusión, El Halcón y Soldado de Invierno ha sido una serie
entretenida que, si bien deja un sabor agridulce en algunos instantes, también
consigue algunas escenas destacables que prometen a un nuevo Capitán América
y un nuevo Bucky en las futuras entregas de la franquicia.
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Póster de The Falcon and the Winter Soldier. Fuente. |
- Título
original: The Falcon and the Winter Soldier - Año: 2021
- Duración: 60
min. - País: Estados
Unidos - Dirección: Kari
Skogland - Guion: Malcolm
Spellman, Derek Kolstad, Michael Kastelein, Dalan Musson. Personajes: Stan Lee,
Jack Kirby - Música: Henry
Jackman - Fotografía: P.J.
Dillon - Reparto: Anthony
Mackie, Sebastian Stan, Emily Vancamp, Daniel Brühl, Desmond Chiam, John
Gettier, Miki Ishikawa, Erin Kellyman, Adepero Oduye, Wyatt Russell, Shane
Berengue, Neal Kodinsky, Eric Anthony, ver 21 más - Productora: Marvel
Studios - Género: Serie
de TV. Acción. Fantástico. Drama | Superhéroes. Spin-off. Cómic. Marvel Comics.
Miniserie de TV - Sinopsis: Serie
de TV. 6 episodios. Se centra en las aventuras de dos personajes del MCU
(Universo Cinematográfico de Marvel): Falcon y Soldado de Invierno. Seis meses
después de recibir el manto del Capitán América, Sam Wilson se une a Bucky
Barnes en una aventura que pondrá a prueba sus habilidades, destrezas y
paciencia. (Más
información en FILMAFFINITY)