
«Si uno escribe sin garra, sin entusiasmo, sin amor, sin divertirse, únicamente es escritor a medias. Significa que tiene un ojo tan ocupado en el mercado comercial, o una oreja tan puesta en los círculos de vanguardia, que no está siendo uno mismo. Ni siquiera se conoce. Pues el primer deber de un escritor es la efusión: ser una criatura de fiebres y arrebatos. Sin ese vigor, lo mismo daría que cosechase melocotones o cavara zanjas; Dios sabe que viviría más sano».
Hay escritores que son buenos. Todos los que alguna vez nos hemos perdido en el mundo de las letras sabemos esta verdad. Luego, aprendemos que hay algunos escritores que trascienden esa categoría hasta convertirse en auténticos maestros. Es el caso de Ray Bradbury y este libro El zen en el arte de escribir, que se convierte en un compendio de los mejores ensayos del autor de Crónicas marcianas, Fahrenheit 451 y El Hombre Ilustrado entre otros.
Índice de contenidos
La pasión de escribir
Esta obra, que a fecha de hoy está descatalogada en España (por desgracia), se convierte en un libro imprescindible para los aficionados a Bradbury y también para todo aquel que quiera ser escritor.
Alejándose del sentimiento de “libro de autoayuda”, Bradbury nos propone una reflexión sobre la profesión y su carrera, lo que nos permite descubrir curiosidades (como lo rápido que escribió Fahreheit 451 porque alquilaba una máquina de escribir que iba a monedas). También sabemos qué sentimientos llevaron a Bradbury a escribir, además de su experiencia al escribir guiones incluso de sus propias obras. Una de las moralejas es que Bradbury sostiene que un escritor debe escribir con pasión y, después, corregir y ordenar las piezas (el tema del zen se explica en el último ensayo y todas las piezas encajan).
Aparte de eso, Bradbury nos narra una anécdota especialmente hermosa sobre cómo empezó a escribir: su cruce con un hombre que vino con una feria y que le dijo al pequeño Ray que viviría para siempre (acaso ¿el arte no es una forma de hacerse inmortal?).
«Busque un personaje como usted que quiera algo o no quiera algo con toda el alma. Dele instrucciones de carrera. Suelte el disparo. Luego sígalo tan rápido como pueda. Llevado por su gran amor o su odio, el personaje lo precipitará hasta el final de la historia. La garra y el entusiasmo de esa necesidad – y tanto el amor como en el odio hay garra-, encenderán el paisa y elevarán diez grados la temperatura de la máquina de escribir».
Consejos de Ray Bradbury para alimentar a las musas
Uno de mis ensayos favoritos de Ray Bradbury en este libro habla sobre cómo mantener a las musas como nuestras aliadas. Entiende que las musas es otro modo de llamar a nuestro inconsciente a la hora de crear.
Entre los consejos que da están: leer poesía, libros de ensayo, libros que mejoren y abran nuestros sentidos, cuentos y novelas, y además, disfrutar tanto de tesoros como de basura. Con los tesoros se refiere a lo bueno, con la basura a lo malo. En ocasiones, no sabemos distinguir uno de otro hasta que lo probamos, pero ambos terrenos pueden beneficiarnos, ya que, hasta de lo malo, se aprende.
«Vivimos en una cultura y una época tan inmensamente ricas en basura como en tesoros. En ocasiones es un poco difícil diferenciar la basura del tesoro, así que nos contenemos, temerosos de pronunciarnos. Pero como queremos darnos consistencia, recoger verdades a muchos niveles y de muechas maneras, probarnos en la vida y probar las verdades de otros que se nos ofecen en tiras cómics, shows televisivos, libros, revistars, periódicos, obras de teatro y películas, no debemos temer que nos vean en mala compañía».

Crear lo imposible
Añadir también otra escena enternecedora donde un joven Bradbury rompe sus tebeos de Flash Gordon porque sus compañeros del colegio se ríen de él y luego decide que sus cómics valen más que cualquier idiota que se burle de su pasión (aquí es donde vemos nacer al Bradbury que jamás se avergonzó de dedicarse al género fantástico). Son estas partes del libro donde a cualquiera se le alza el ánimo.
Después de varios años descatalogado, este libro ha contado, por suerte, con dos nuevas ediciones que nos permiten descubrir toda la magia de un escritor imprescindible para todos los amantes del género fantástico. La editorial Minotauro lo ha publicado dentro de la Biblioteca Ray Bradbury, donde se han reeditado varios clásicos del autor con motivo del año 2020, centenario del nacimiento del creador.
Bradbury no es solo un buen escritor que consigue que se lean con facilidad sus ensayos y los poemas finales que incluye la edición, sino que también consigue dar optimismo a cualquier enamorado de las letras que quiera seguir tecleando.
Gracias por su El zen en el arte de escribir, señor Bradbury, amo de Marte.

Biblioteca Ray Bradbury
Ensayo
Minotauro.
2020
Tapa blanda.
176
https://www.planetadelibros.com/libro-zen-en-el-arte-de-escribir/300567

Once exuberantes ensayos sobre el placer de escribir por uno de los más imaginativos y prolíficos autores del siglo veinte, un escritor que disfrutaba en verdad de su oficio. Bradbury examina con sabiduría y entusiasmo toda una vida dedicada a la creación y a la composición de docenas de cuentos, novelas, guiones de películas, obras de teatro, programas de televisión y musicales. Refrescantes y directos, todos ellos tienen en común: escribir es una celebración, no una pesada tarea. Nos habla de la fiebre, el ardor, la felicidad que él ha encontrado en el acto de escribir y nos dice que estos hallazgos también pueden ser nuestros. La necesidad de plasmar en el papel aquello que permanece sumergido en el inconsciente durante mucho tiempo no puede ser una ardua tarea dirigida a lectores o críticos, sino a uno mismo.
Desde que me lo recomendaste he estado tratando de hacerme con él, veremos si hay suerte…
Libros como este se agradecen 🙂 como bien has dicho, este tipo de escritores se convierten en maestros. Me ha encantado esa pequeña anécdota sobre la inmortalidad, muy cierto, de algún modo todo aquel que crea arte, adquiere una porción de inmortalidad.
Besos 🙂
Espero que lo consigas Ana. Puede que lo encuentres en alguna versión digital. No sé cuándo alguna editorial lo sacará de nuevo (prefieren inundar el mercado de novelas de baratillo siguiendo un fenómeno antes de reeditar auténticos libros buenos).
Esa anécdota es mucho más extensa en el libro, pero he preferido no desvelarla para que cada cual la disfrute como la primera vez que la disfruté yo. Para mí, esa historia ya bien podría haber sido un relato de Bradbury.
Muchísimas gracias por tu comentario y tu apoyo, Ana 🙂
Genial la frase sobre destruir culturas; un día tengo que leer a Bradbury, recuerdó a un profesor que mencionó la película de Farenheit 451, y el argumento parecía interesante, también me han dicho que el libro está muy bien. Por cierto, me gusta tu sección del juntaletras. En cuanto a escribir, ahora mismo yo tengo uno de esos "atascos", tengo muchas historias que escribir, pero no me decido por ninguna; sé que para escribir bien hay escribir mucho, pero yo no soy capaz de escribir 4 horas como dice King, me supondría un esfuerzo demasiado grande, aunque podría intentarlo poco a poco. Por lo menos, en lo que va de año he escrito más que el año pasado, y eso ya es un avance. No te desanimes y sigue escribiendo, puede que en un futuro llegues lejos, pero eso sólo lo sabe el tiempo, o el Doctor…
Hola, Hitos
Yo he evitado hasta la fecha ver Fahreheit 451. Me gusta demasiado el libro y huyó de la película, pese a que el director es quien es.
Me alegro de que te guste El Juntaletras, para mí es una forma de liberarmme.
Intenta al menos escribir dos horas. Si te gusta la historia, supongo que escribirás las horas que te haga falta. Yo me temo que he estado en tu misma situación de no saber qué escribir.
Leí tu última entrada en tu blog así que mucho ánimo a ti también y a seguir tecleando, que es la única solución que nos queda.
Un saludo y gracias =)
Galanteador y avido de placeres como un enjambre lo es de la miel.
¡Pues sí!
La pasion por escribir, es un arte que tratan muchos escritores y escritoras, cada año salen cientos de libros nuevos. Ve a tu biblioteca, y compruebalo.
Vaya.
Erase una vez el hombre:
Voy a contarte, la cancion mas bonita de el mundo, la cancion de las personas, que se quieren, en el cielo, de las almas, y no se roban, ni se desnudan, el corazon, entre si, anda el juego.
Ah.
Con una vida limpia, una pasion limpia.
Y sin tildes.
Cuando hay tierra, hay agua. Aqui hay llanos.
¡Ok!