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El sueño de la razón produce monstruos de Francisco de Goya, grabado clásico donde se refleja la locura y el tormento, dos elementos claves de El vampiro de John William Polidori. Fuente. |
¿Recuerdan la película Amadeus, donde Salieri se enfrentaba ante un genio incapaz de admirar y superar como el que poseía Mozart? La película de Milos Forman inventó la mayoría de los sucesos y forjó la idea del mítico enfrentamiento entre los dos grandes artistas, un duelo de titanes, egos, vanidad, vileza… Y pese a que sabemos que la relación de ambos artistas no fue tan tormentosa en la realidad como en su contrapartida ficticia, uno no puede evitar pensar en que algo similar sí ocurrió en la realidad, aunque en este caso, los protagonistas fueron John William Polidori y George Gordon Byron.
Índice de contenidos
La obsesión de Polidori
John William Polidori logró destacar desde su juventud. Pese a proceder de una familia italiana que había marchado hasta Londres, Polidori tuvo una educación en la que primó también su ambición, que le llevaría a convertirse en médico a los diecinueve años de edad; una auténtica promesa, pero cuyos sueños estaban más vinculados a la literatura que a la medicina.
Sería su pasión por las letras la que le condujo a conocer al famoso lord Byron, un autor inglés que ya había llegado a la fama, tanto por sus versos como por su escandalosa vida, siempre salpicada de hechos extravagantes que le han transformado en un personaje más de la literatura. Byron, al que podríamos comparar con una estrella del rock de la época, halló cierta curiosidad en Polidori, un médico tan joven y servil, mientras que Polidori sintió, directamente, una enorme fascinación por la figura del aristocrático Byron. Sus caminos quedarían entrelazados cuando Polidori se convirtió en el médico personal de Byron durante sus viajes. Sin embargo, pronto, la obsesión de John William Polidori hacia Byron se transformaría en odio, rabia, ira.

La obsesión de Byron
Tal y como se recogería en diversas obras, cartas y otros escritos, Polidori describió en varias ocasiones su relación con Byron como un infierno. El poeta no dudaba en bromear, insultarlo, vejarlo y hacer que el orgullo de Polidori quedase por los suelos. Más allá del físico, las agresiones de Byron llegaron adonde más le dolía a Polidori: a las letras, mofándose del «talento» (o la carencia de este) del joven doctor.
No obstante, esta es la versión más conocida de la historia, aunque el propio Byron confesaría que fue él el que se sintió disgustado con Polidori debido al orgullo e incluso arrogancia del muchacho. Acaso, cualquier juntaletras que se encontrase con alguien como Byron, ¿no pensaría en las puertas que le abriría semejante contacto? Pese a todo, el lector fascinado por esta historia compone libremente otros hechos alrededor de ella.
La competición
El 17 de junio de 1816, durante el llamado año sin verano o el largo invierno, lord Byron invitaría a su residencia, Villa Diodati, en Suiza, al famoso Percy Shelley, por el cual Byron sentía gran interés (quizás solo superado por el que tenía hacia Claire Clairmont, la hermanastra de la esposa de Shelley). A la velada también asistieron Polidori, Claire y la mujer de Shelley, Mary; y, aunque suelen dejarse de lado, también hay fuentes que señalan el encuentro con la condesa Potocka y con Matthew Gregory Lewis, portentoso autor de El monje, una de las primeras novelas del subgénero gótico (escrita cuando solo tenía veinte años).
Después de leer un par de cuentos de fantasmas de Phantasmagoriana, una colección de relatos de fantasmas alemanes, Byron propondría a sus amigos escribir una gran historia de terror y ver qué cuento superaba al de los otros. Lo que solo Polidori sabía es que Byron le había comentado que sería mejor que él, el pobre Polly, no compartiese nada de su arte para no contrariar a los invitados, dada su bajo nivel y detestable calidad.
«El doctor desarrolló la idea que se le ocurrió durante la competición literaria en un relato alrgo titulado «The Vampyre», en el que encontrmaos un villano afable del tipo verdaderamente gótico o byroniano, así como algunos pasajes excelentes de puro horror, en especial una tremenda aventura nocturna en un bosque griego que todo el mundo rehúye»-H. P. Lovecraft sobre Frankenstein (El horror sobrenatural en la literatura).
El origen de los monstruos
Esa noche, los astros parecieron alinearse para crear algunas de las obras más excelentes de terror. Tanto que cualquier aficionado a la lectura piensa cómo sería aquella situación e incluso se recreó al comienzo de La Novia de Frankenstein y en otras películas: Gothic, Remando al viento y la biografía de 2017 de Mary Shelley; salvo en esta última (y en la secuela de la película protagonizada por Karloff ni aparece), Polidori siempre es presentado como una figura rodeada del patetismo y la derrota, siendo especialmente despreciable en Remando al viento.
Muchos hubieran esperado de aquella velada que fueran Byron y Percy Shelley los que destacasen, pero todas las obras, incluida la escrita por Polidori, quedaron ensombrecidas por Frankenstein o el moderno Prometeo, escrita por Mary Shelley (quien sí pareció tratar bien a Polidori). No obstante, de aquella noche y un viejo esbozo de una historia sobre una dama con cabeza de calavera por castigo por espiar a través del agujero de una cerradura, Polidori sacaría un largo relato con el que se vengaría de todos aquellos que le faltaron el respeto, entre ellos, Byron. Así nació El vampiro.

novelas tan populares sobre el vampirismo como Carmilla o Drácula.
El vampiro
La novela corta (o, más bien, relato largo) El vampiro trata sobre cómo el joven Aubrey queda deslumbrado y fascinado por el misterioso lord Ruthven. Sin embargo, una vez comienza a ser su acompañante y se adentran hasta la oscura Grecia, se percata de que su ídolo es un auténtico monstruo. El mito del vampiro surge como una advertencia de lo que realmente es su señor. Llegados a un punto terrible, Aubrey le hace una promesa al malévolo lord Ruthven sin percatarse de que ha caído en una terrible trampa.
No es de extrañar, conociendo la historia que hay detrás de la obra, que muchos encuentren en Aubrey una especie de Polidori y en Ruthven a un maléfico lord Byron. Puede que gran parte de la realidad sirviese para inspirar la ficción. No olvidemos que el propio Polidori utilizó nombres de la obra de Byron, lo que llevó a que, en una primera edición, se creyese que fue el poeta inglés el que escribió este relato gótico. Sin duda, un golpe más, otro clavo para el ataúd en el que vivía el pobre Polidori en vida.
El vampiro sigue siendo una novela disfrutable, entretenida, con algún momento perturbador. Todavía mantiene la tensión cuando el lector se percata del aciago fin al que conducirá el juramento de Aubrey. No habrá paz para los buenos ni justicia para villanos como lord Ruthven. El cuento gótico queda realzado por esa constante agonía y congoja.
La novia de las islas
En la colección de cuentos Sanguinarius (13 historias de vampiros), de la imprescindible editorial Valdemar, se señala a John William Polidori, Charles Nodier y Lord Byron (además de a James Robinson Planché) como autores de La novia de las islas (The Bride of the Isles), que podría ser un sumun de las visiones de estos autores alrededor de la historia que se ha popularizado en El vampiro de Polidori.
En su época, y debido a que las primeras copias del relato se publicaron con el nombre de Lord Byron, Polidori tuvo que defender que la obra era suya, pero reconoció que partía de un esbozo inconcluso de una novela que Byron había comenzado y que trataba sobre vampiros. Debido a que el tema de los derechos de autor era casi inexistente en la época, Charles Nodier firmaría el libreto de una versión teatral de la obra de Polidori, en la que se realizaban numerosos cambios, y que pasaba a llamarse La novia de las islas. Logró cierto éxito y James Robinson Planché realizó una «novelización» de la obra de teatro.
«Con “La novia de las islas” nacía una nueva modalidad de creación literaria asociada desde entonces al mito del vampiro: el exploitation, el reciclaje/copia/manipulación desnaturalizada de las ideas ajenas, con objetivos claramente lúdico-crematísticos» (Editorial Valdemar, 2010:22)
Conclusiones
Sea como sea, la figura del vampiro como un aristócrata, esa crítica social tan poderosa, se origina en El vampiro de Polidori y sobrevivirá en los vampiros que vendrán después, como la hermosa Carmilla o el terrible Drácula. Gran parte de la imagen que tenemos del chupasangre se originó en la pluma de este desdichado autor que no encontró la felicidad en vida. Es más, el propio Ruthven tendría su homenaje en una película reciente de vampiros, Byzantium, donde el villano lleva su nombre.
Lejos de disfrutar de la gloria que gozaría su obra en el futuro, Polidori puso fin a su vida consumiendo ácido prúsico. Fue el final de un hombre que esperó alcanzar la luz, pero cuyas alas fueron calcinadas por el sol. Su caída aún se recuerda, igual que la del desgraciado Aubrey, el hombre que fue acechado por El vampiro.
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¡Hola!
He de decirte que a mi El vampiro de Polidori me gustó. Refleja ese misterio y la oscuridad que para mí hace a los buenos vampiros.
También es muy interesante conocer la historia del autor y de Byron, ya que también es digna de historia de terror o misterio.
Refleja ese odio entre los personajes y cómo sucumben. Es algo que me ha hecho disfrutar al conocer la historia de los personajes.
Gracias por la crítica y a ver si nos cuentas más cosas sobre estas novelas clásicas^^
Hasta pronto =)
Hola, Els
¡Muchas gracias por tu comentario!
El género del vampirismo mezcla muchísimos temas que fascinan a los lectores de ahí que haya sobrevivido tanto tiempo. Me alegro de que te gustase esta obra, que creo que es de lo más reivindicable
En cuanto a Polidori y lord Byron, su relación, de por sí, parece dar para otra historia. Una bastante real que Polidori convirtió en ficción a través de su relato. Nunca se debe aceptar la promesa de un vampiro y eso queda claro en este relato largo.
Muchísimas gracias por tu comentario y, si todo sale bien, habrá más clásicos próximamente, que tengo que escribir la reseña de Frankenstein, estoy ahora con Drácula y en octubre publicaré un comentario sobre una antología de fantasmas con muchos autores clásicos como Le Fanu, Twain, Dickens, etc.
¡Un abrazo! ¡Gracias!
Leí esa historia en Axxon, página que lamentablemente parece haber quedado olvidada.
http://axxon.com.ar/rev/175/c-175cuento10.htm
Puedo decir que me gustó. Y que me parece una magistral venganza.
De paso, vi Castlevania. Y entiendo a Dracula, su deseo de vengarse.
Saludos.
Me alegra saber que está entre tus lecturas y siento lo de Axxon, fue una de las primeras revistas donde publiqué un relato.
Castlevania ha molado mucho como preludio. A ver qué tal sigue. Tienes mi crítica por el blog.
¡Saludos!