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1922 es la adaptación más reciente de un relato de Stephen King a la pequeña pantalla de Netflix. Fuente.

«Al final, siempre nos pillan».

Nueva adaptación de un relato de Stephen King en Netflix tras que pudiéramos disfrutar recientemente de la versión de su novela: El juego de Gerald y, en el caso de 1922, el resultado también es bastante acertado. 

Partiendo de la obra corta incluida en Todo oscuro, sin estrellas, puede que, si la película no da un paso más allá o no sorprende como debiera, sea porque tampoco estamos ante uno de los cuentos más conocidos de Stephen King. No obstante, el director y guionista de la cinta, Zak Hilditch, se las arregla para transportarnos a uno de esos relatos que el narrador de Maine narra con la gracia natural del autor de It (Eso)

Entretiene al entrar en la parte más oscura del ser humano, en ese matrimonio que ha acabado odiándose y en ese crío que pagará todas las consecuencias. Todo el mundo quiere algo y, al final, tienes que pagar por ello. Te guste o no.

El rey de las ratas

1922 cuenta la historia de un granjero que se propone asesinar a su mujer, con ayuda de su hijo, para quedarse con sus tierras. El problema comienza cuando descubre que ningún pecado puede quedar sin recibir una condena, cuando cualquier crimen jamás permanece impune. Y es que la reina de las ratas, la Muerte, acaba llegando y nos susurra aquello que no sabemos si queremos escuchar. Cada uno debe decidir cómo ha jugado las cartas.

La cinta arranca muy bien, quizás escorándose más en lo previsible en su segunda parte y con algunos arranques que nos recuerdan al mejor King (esta vez en la pequeña pantalla), y sin ser una de las adaptaciones más famosas, seguramente sí es una de las más correctas que se han hecho del trabajo de King, sobre todo por un director que sabe dónde colocar su cámara y un casi irreconocible Thomas Jane que está magistral como ese inquietante protagonista, ese Wilfred que busca lograr sus objetivos, aunque sea manipulando a su hijo o a quien haga falta. Puede que sea la mejor interpretación del actor, que ya había protagonizado La niebla, otro film basado en la obra de King.

Pese a que el film nunca se decide entre el drama, el suspenso o el terror, 1922 juega con todos esos géneros y nos regala escenas tan inquietantes como la de ese pozo donde las ratas pronto comienzan a devorar un cadáver o ese invierno que llega incluso a la mente del protagonista. 

Meritoria atmósfera la creada por Hilditch para 1922, que consigue ser inquietante, sobre todo en la construcción de la trama en sus primeros compases, bajo esa confesión que nos transporta a un comienzo de siglo sórdido y terrible, donde ese tan ansiado «sueño americano» no deja ser todo lo que vemos a nuestro alrededor, incluso cuando es una pesadilla. 



Y es que el rey de las ratas, uniendo su cola con las de sus putrefactos súbditos, jamás dudará en seguir a los muertos para devorar a los vivos.

Carlos J. Eguren
autor@carlosjeguren.com
¡Cuidado! No leas esta biografía. ¡Te he dicho que no la leas! Si la lees, estarás condenado… En serio… ¿Sigues leyendo? Luego no me digas que no te lo he advertido: Carlos J. Eguren está muerto, solo que no se ha dado cuenta y sigue escribiendo desde ultratumba. Es escritor en Castle Rock, profesor en Arkham, periodista en Midian, divulgador cultural en Carfax, juntaletras en el omniverso y pasto de los gusanos en todas partes. Ha publicado cuatro novelas: Hollow Hallows, Devon Crawford y los Guardianes del Infinito, El Tiempo del Príncipe Pálido y La Eternidad del Infinito. Ya prepara mediante ouija sus próximas historias que formarán parte del libro de los muertos. Espera volver a aparecerse cuan primigenio cuando pueda escaparse de R'lyeh… Ahora ya has leído su biografía, ahora ya estás maldito. ¡Bienvenido!

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