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Marte, la próxima frontera que el ser humano desea conquistar. ¿Será Marte la oportunidad del ser humano para salvarse o condenarse definitivamente? Ray Bradbury es nuestro guía de honor.

Críticas de libros:

“—Por mucho que nos acerquemos a Marte, jamás lo alcanzaremos. Y nos pondremos furiosos, ¿y sabe usted qué haremos entonces? Lo destrozaremos, le arrancaremos la piel y lo transformaremos a nuestra imagen y semejanza. […] ¿Cree usted que no? Nosotros, los habitantes de la Tierra, tenemos un talento especial para arruinar cosas grandes y hermosas […]”.

Hace un tiempo, las noticias del mundo hablaban de que el ser humano había dado un paso más en el viaje a Marte. He de decir que yo, como cualquier lector de Crónicas marcianas, ya he pisado y visto el futuro de Marte y la Tierra. La magia de los libros y de eso siempre supo mucho Ray Bradbury.

Existen obras que te cambian la vida, relatos que te hacen ver el mundo de forma diferente, historias que te siembran el rostro de lágrimas, cuentos que te hacen ver el futuro y pensar sobre tu presente. Crónicas marcianas tiene todo esto.

“No nos enseñó a llorar. No quería que supiéramos hacerlo. Según él, nada peor puede ocurrirle a un hombre que saber cómo estar solo, y cómo estar triste, y ponerse a llorar. Por eso no sabemos lo que es llorar y estar tristes”.

RAY BRADBURY,

Historia del ser humano

Crónicas marcianas es una recopilación de relatos sobre Marte y la colonización humana que comparten el mismo contexto (con hechos de los otros cuentos e incluso personajes, evolucionando a través de los años). Marte es el gran escenario.

Algunas personas creen que este libro es una obra de ciencia-ficción más, que trata de un futuro imposible y un viaje descabellado a Marte… No se han enterado de nada.

NO ES ASÍ.

“—¿Qué miras, papá?

—Estoy buscando lógica terrestre, sentido común, gobierno honesto, paz y responsabilidad.

—¿Todas esas cosas están allá arriba?

—No. No las he encontrado. Ya no están ahí. Y nunca volverán a estarlo. Quizás nunca lo estuvieron”.

La fuerza de Bradbury

Crónicas marcianas es una profunda reflexión sobre el ser humano, formula preguntas sobre nosotros mismos (como todo buen libro de ciencia ficción debería hacer).Los relatos del maestro Bradbury tratan sobre lo que somos. Explora por qué la humanidad es cómo es.

¿Por qué la humanidad destruye todo lo bello? ¿Por qué aniquila civilizaciones? Nos habla de nuestras ansias de poder o, simplemente, de recuperar al ser amado perdido. En sus páginas aparece el miedo, la guerra, el amor, la melancolía, las ansias de paz, el racismo, la irresponsabilidad… Bradbury nos toca el alma alrededor de las casi trescientas páginas de esta obra maestra.

Por eso, es importante leer este libro, porque no es sólo material de reflexión, sino que gracias a su imaginación, también inspira al propio lector.

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El destino del ser humano en Marte es uno de los temas fundamentales de la obra, pero ¿se refiere realmente a Marte o a nuestro mundo?

Los hijos de Marte y la Tierra 

“Más humanos que los humanos”, ese era el lema de la Tyrell Corporation de Blade Runner, basándose en un relato de Phillip K. Dick. Si esa frase era usada para los replicantes, también se podría utilizar para los marcianos de Bradbury: son más humanos que nosotros.

La gente tiende a ver los marcianos en la ficción como seres monstruosos que ansían conquistarnos. A lo largo de esta obra de Bradbury, descubrimos a unos seres que les importa poco la Tierra.

Lejos de dar miedo por su fuerza tecnológica (o lo que sea), estos seres nos hacen temer por sus poderes psíquicos, ya que son capaces de jugar con nuestra mente y tomar la forma de la gente que hemos perdido. Cualquier ser que amamos y murió puede “regresar”. ¿Aceptamos o no?

“Pero he de pensar en ellos. ¿Qué sentirían mañana al despertar cuando vieran que me fui de nuevo, y esta vez para siempre? Además, la madre sabe lo que soy; lo ha adivinidado como tú. Creo que todos lo adiviniaron, aunque no hicieron preguntas. A la Providencia no se le hacen preguntas. Cuando no se puede tener la realidad, bastan los sueños. No soy quizá la muchacha muerta, pero soy algo casi mejor, el ideal que ellos imaginaron. Tendría que elegir entre dos víctimas: ellos o tu mujer”.

Ray Bradbury, el gran mentor

El autor de Crónicas marcianas era un genio de la literatura, no sólo de la ciencia-ficción, sino de la literatura en general (seamos sinceros y quitémonos la caspa de los que fornican con el realismo). Bradbury era un autor con una imaginación superdotada y un estilo único que hace que el lector ame su obra. En un mundo que no fuera regido por los enemigos de Stendhal (el protagonista del relato Usher II), Bradbury sería aún más reconocido. Su obra lo merece.

“Personas eminentes, sí, eminentes todas ellas, miembros de la Sociedad de la Represión de Fantasía, enemigos de la fiesta de Todos los Muertos y del día de Guy Fawkes, cazadores de murciélagos, incendiarios de libros, portadores de antorchas; ciudadanos pacíficos y limpios, ciudadanos que habían, todos ellos, esperado a que los hombres toscos llegaran a Marte, enterraran a los marcianos, limpiaran las ciudades, construyeran pueblos, repararan las carreteras y suprimieran todos los peligros. Después, cuando ya todo estaba tranquilo, vinieron ellos, los aguafiestas, gente con los ojos de color de yodo y sangre de mercuriocromo a imponer sus Climas Morales, a repartir bondad. ¡Y ésos eran los amigos de Stendhal! Sú, con cuidado, con mucho cuidado, los había buscado, uno por uno, y en el último año pasado en la Tierra se había hecho amigo de todos ellos.

—¡Bienvenidos a las antesalas de la Muerte!– les gritó”.

El escritor de Illinois nos propone un viaje hacia el interior de nuestra alma, con momentos surrealistas (esos alienígenas que piensan que los primeros terrícolas son marcianos locos que usan sus poderes psíquicos para simular que son humanos), hechos dramáticos (el terrícola que empieza a pensar cómo cree que pensaría un marciano y elimina a los otros humanos para que no destruyan el planeta), historias sobre la estupidez (los ancianos racistas que ven cómo los negros se marchan y sólo entonces sienten que ellos también eran humanos), momentos que hacen sonreír (la historia del terrícola abandonado que encuentra a la mujer con la que ha soñado y desea rápidamente huir de ella), instantes llenos de imaginación (el cruce entre dos fantasmas, uno de la Tierra y otro de Marte)…

Pero Bradbury no se conforma con contar cuentos pesimistas sobre la humanidad. No lo hizo con su obra maestra Fahrenheit 451[1] ni lo hace en Crónicas marcianas: el final de ambas obras es marcadamente esperanzador, el ser humano, el lector, decidirá si intenta ser mejor o se hunde para siempre.

Nostalgia y melancolía en Marte

Estos relatos, cargados a menudo de tristeza, crecen gracias a las ideas de Bradbury, su desbordante fantasía, sus buenos diálogos y monologos, y su ritmo ameno. Conforman todos ellos una obra sensacional e impactante, incapaz de dejar indiferente, que introducen al lector en esta odisea sobre el ser humano.Marte es todo lo bueno que queremos ser, todas nuestras ilusiones y esperanzas, y por lo que estamos dispuestos a hacer cosas honorables o malvadas, nuestra versión más oscura.

El verano de 2011 compré Fahrenheit 451 casi por casualidad. Me pareció una obra fascinante. Desde entonces, me prometí que cada verano intentaría leer una obra de Bradbury.

Este verano de 2012, el escritor falleció. Sentí bastante tristeza por la pérdida de un autor que me había fascinado tanto con una sola obra. Eso me llevó a leer Crónicas marcianas y esta obra me ha convencido de que el señor Bradbury es un autor al que hay que rendir culto siempre. Ansiaré que llegue el próximo verano para leer de nuevo a Bradbury, apegado a esta tradición. Lejos del cansancio o las ganas de hacer nada, lo que buscaré en los meses de sol será encontrarme con el hombre que nos habló de Marte.

Muchas gracias, señor Bradbury, nos llevó a Marte para recordarnos qué era ser humano y nunca podré dejar de estarle agradecido.

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Bradbury nos sigue observando desde Marte gracias a su imperecedera obra.

“Allí estaban, el Rey de la Colina, el Señor de las Ruinas, el Dueño de Todo, los monarcas y presidentes irrevocables, tratando de comprender qué significaba ser dueños de un mundo, y qué grande era realmente el mundo”.

[1] El relato Usher II contiene ciertos elementos que recuerdan a Fahrenheit 451. Más motivo para leerlo.

 

Carlos J. Eguren
autor@carlosjeguren.com
¡Cuidado! No leas esta biografía. ¡Te he dicho que no la leas! Si la lees, estarás condenado… En serio… ¿Sigues leyendo? Luego no me digas que no te lo he advertido: Carlos J. Eguren está muerto, solo que no se ha dado cuenta y sigue escribiendo desde ultratumba. Es escritor en Castle Rock, profesor en Arkham, periodista en Midian, divulgador cultural en Carfax, juntaletras en el omniverso y pasto de los gusanos en todas partes. Ha publicado cuatro novelas: Hollow Hallows, Devon Crawford y los Guardianes del Infinito, El Tiempo del Príncipe Pálido y La Eternidad del Infinito. Ya prepara mediante ouija sus próximas historias que formarán parte del libro de los muertos. Espera volver a aparecerse cuan primigenio cuando pueda escaparse de R'lyeh… Ahora ya has leído su biografía, ahora ya estás maldito. ¡Bienvenido!

2 comentarios sobre “Crónicas marcianas, el reflejo de la humanidad en el planeta rojo

  1. Una de las obras que tengp en mi lista que cosas que debo leer amtes de morir. Maldita falta de tiempo…

    1. Hola, superñoño

      Debes leerla sí o sí. Me parece una obra imprescindible y creo que te encantaría, sinceramente.

      Gracias por tu comentario, un saludo =)

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